domingo, 15 de febrero de 2009

LA DESIDIA




LA DESIDIA

Ganas de no hacer nada, de quedarse encerrado en casa viendo pasar las horas, inactividad total.

Recordar el pasado y anclarse en pensamientos sin solución.

Mirar hacia el futuro y no ver nada en absoluto, sin iniciativas, sin alegrias.

La desidia es hermana de la pereza, pero con un componente añadido,no haces nada porque crees que nada vale ya la pena, es inutil cualquier intento de afrontar la vida.

Y en la desidia te pierdes, caes cuesta abajo sin cuerda donde agarrarse, sin nada que te ate al momento presente, para ti está todo ya perdido.

En la desidia se penetra poco a poco, como sin darse cuenta, y cuando te percatas de donde estas, ya es demasiado tarde, te has dejado mucho tu mismo, y ahora salir es cuestion de ayuda.

Ayuda que no solicitas porque nadie te da confianza, para ti los demas han pasado a un segundo plano, a un plano de decepción, pues crees que todo el mundo te ha fallado en esta vida.

La desidia te la comes solo, en frio, es un plato de solteros, no se comparte, nadie en su sano juicio se dejará llevar a ese estadio mortuorio, casi funebre, que es cuando te conviertes en persona no-humana, sin esperanzas.

La gente de tu alrededor pensara que es un mal bache por el que estas pasando, y te dejaran que lo soluciones a solas, nadie sabe como ayudar en un caso como el tuyo, y como no te sinceres con alguien y hables de tus problemas, no lograras apoyo en nadie, normalmente la gente no suele inmiscuirse en las vidas privadas, y mas cuando te ven tan desolado y con tan pocas ganas de salir del agujero.

En la desidia te sientes agusto, carcomes tus ultimas acciones y las esperanzas las pones en conserva, para tiempos mejores.

En tu charco de agua estancanda lo controlas todo, nada se te escapa de las manos, no tienes que dar explicaciones a nadie y por una vez en mucho tiempo te sientes libre del peso social, del circulo asociativo por donde antes te movias, y que tu crees que ha sido el culpable de tu actual situación.
Sucio, despeinado, flojo, arisco, por fin encuentras tu verdadero sino, tu verdadera personalidad, te das cuenta que has tocado fondo, pero en contra de lo que tu te creias, ese fondo es calentito, es placentero, y te empiezas a plantear que razon tienes para salir de él.

La motivación te ha abandonado, total, siempre te daba malos resultados, cuando empezabas un proyecto, sea cual fuese, siempre te encontrabas con que alguien o algo que te ponia la zancadilla, y ahora sin motivacion, ya ni siquiera te planteas en hacer cosas, en salir por ahi o en quedar con alguien.

Te autodestruyes a cada minuto que pasas aislado, las comidas son basura y no te preocupas en comprar lo mas indispensable, con cualquier cosa te apañas.

El descanso no te hace efecto, pues de tanto ver la tele y perder el tiempo en nimiedades, no logras conciliar un sueño reparador que tanta falta te hace, y cuando te vas a la cama apenas duermes bien y te levantas aun peor que el dia anterior, lo que te ratifica que ya nada te vale la pena, y vas a seguir zanganeando el tiempo que sea necesario.

A la desidia se llega a traves de fracasos personales, de proyectos hundidos, de flechas del amor rotas, de iniciativas truncadas, de autoestima infravalorada, de tu propia imagen ensuciada, de ver como los demas te han hecho daño y tu no has sabido como reponer la situacion, como invertir tu trayectoria en esta sociedad tan competitiva y a la vez tan egoista, que deja a los soñadores a un lado y a los depredadores se les otorga un trono.

Salir de la desidia requiere maxima atención hacia uno mismo, maximo respeto hacia tu persona, ser mas humilde y menos caprichoso, conformarse con lo que uno tiene y avanzar en la medida que cada uno pueda, sin castigarse ni venirse abajo ante las adversidades.

Hay que recurrir a la familia y a las principales amistades para que te observen y te puedan ayudar, ellos saben como eres y observandote dia a dia te ayudaran a salir del pozo, hay que dejarse orientar de nuevo por esas personas que te quieren, dejar de ser tan prepotente.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

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Lucila Lastero dijo...

A veces la desidia va por dentro... Uno en realidad a veces parece que tuviera la mente en miles de cosas, pero en realidad no tiene la mente en ninguna y tiene la cabeza en blanco.
Salute Jocavi!

TORO SALVAJE dijo...

No debe ser fácil salir de ella.
Como tampoco es fácil tener siempre motivaciones que te iluminen.
Supongo que lo normal es estar equidistante de los dos extremos.
Pero hay tantos riesgos que da miedo.

Saludos.

clariana dijo...

Está bien que hayas escogido comentar este estado anímico, por el que muchos hemos pasado alguna vez, es como la antítesis del egoismo, aquí le haría falta un poco de ese egoismo sano del que hablabas en tu post anterior, de cuidarse uno mismo de su salud. El problemas es que se te junta todo, falta de motivación, asco por la vida, muy baja la autoestima, descuido de tu arreglo personal, cerrazón frente a los demás... en fin, tú lo has explicado muy bien. Necesitas ayuda, porque además puedes estar al borde de la depresión, lo que ya no entiendo mucho es que te sientas bien en este estado anímico, yo por una experiencia pasada no lo recuerdo así, lo que sí es cierto, es que eres incapaz de salir de ese estado sino te ayudan. Es muy interesante que toques estos temas, pues nos hacen pensar y así también pueden ayudarnos. Me ha gustado el grabado que has puesto de Brueghel. Besos.

Amylois dijo...

hum....creo que tengo un poco de eso. Que sintomas tan bien explicados.

mangeles dijo...

Cuando se te rompe el corazón pasa algo igual, a lo que tú maravillosa y acertadamente explicas. Yo lo superé...dejando que los sentimientos (malos, la pena en realidad) saliera, y saliera, y estuviera allí. Luego, dejando a la desidia campear a su anchas, sin hacer nada, tirada...Y viendo cine...dejando que todas las sensaciones, las imágenes, las emociones del cine, llenaran poco a poco los rincones dejados y abandonados ....Y ME RECONSTRUÍ. Un día DESEE ALGO CON FUERZA Y CONVINCIÓN...Y la desidia se fué, y la pena desapareció.


BESOS