martes, 25 de mayo de 2010

EL PRÍNCIPE DE NEDETEK

La princesa vivía obsesionada con el príncipe de Nedetek.
Desde el día que lo conoció en aquella comida formal entre los reinos, quedó prendada de él.
Apuesto, joven, valiente y extremadamente varonil, fueron los atributos que
enseguida hicieron mella en aquel corazón virgen de emociones, aquel corazón cuyo padre, tenia encerrado en lo alto de la torre principal del reino de Neibemama.
Allí se consumía de amor por algún pretendiente, sin mas afición que tejer pañuelos de punto, y con la única distracción de aquella musiquita silbada por algún criado allá abajo, en los campos de cultivo.


Era la joya del reino, la ultima oportunidad de crear alianzas y volver a sentir el orgullo de ser el Rey que tanto respeto y temor habían infundado sus antecesores, tanto en la comarca ahora única posesión del reino, como en las vastas llanuras prolíficas de riquezas que abundaban en las posesiones del malvado Rey de Nedetek.
Guerras de antaño habían sido clave para la desestructuracion del Reinado, y el Rey de Neibemama estaba preocupado por la sucesión de su trono, en manos de la sutil y bella princesa, y no estaba dispuesto a ofrecerla a cualquiera que pidiera su mano, sino mas bien a algún príncipe rico y lleno de poder, y ese no podía ser otro que
el de Nedetek.

Con gran discreción aventuró la comida entre reinos, como parte de la buena disposicion que tenían ambos y para limar alianzas futuras de cooperación.
Sentados frente a frente, los príncipes se miraban con deseo, uno con aquel aire de soberbia de saber que puede poseer a quien desee y la otra con aquella mirada infantil de inocencia, pero a la vez un tanto picara, como diciendo comeme..., a que esperas.

Todo salió a pedir de boca, y cerradas las alianzas, después de la comida vino el baile y la fiesta.
Como era de esperar el príncipe de Nedetek sacó a bailar a la princesa de Neibemama, y mas que un flechazo, aquello fue una explosión de placer, y estando al tanto el
príncipe de la soltería de ella, no tardó en los días sucesivos, de aprovechar cualquier oportunidad para ver a la sutil y bella damisela.

El rey no cabía de contento al ver la atracción que su hija había causado en el heredero real, y con gran algarabía, dejó que la princesa campara a sus anchas por palacio, seguro como estaba que su hija no iba a resistirse a los encantos del príncipe.
Una cosa no podía imaginarse el rey, y era que la princesa tenia unos arrebatos amorosos de lo mas sensuales, y pronto cuando se veían a solas por palacio, y ant
es del anuncio de la boda, ya habían consumado los placeres carnales, con gran regocijo del príncipe, que pronto se cansó de tanta facilidad, y con gran descontento de la princesa, pues veía como su príncipe la chuleaba como a una vulgar manceba.


La princesa quería casarse aun así, pues conocía los deseos de su padre, y la obstinación de este a ver consumado el matrimonio, pero no podía dejar de pensar en lo infeliz que seria en ese matrimonio.
En los ratos de sollozos le gustaba mirar por los ventanales y rincones de los jardines reales para escuchar aquella melodía que tan feliz le hacia tiempo atrás.
Pronto descubrió al mozo que la silbaba y tan bien la cantaba.
Aunque andrajoso, era galán, y sabedora de la imposibilidad de juntarse con la plebe, soñaba con que algún dia algún apuesto príncipe le cantara aquella melodía al oído.

El príncipe por su parte no dejaba de acudir a palacio, pues los presentes que siempre recibía del rey cuando visitaba a la princesa le hacían sentirse alagado y a su vez mas importante aun de lo que era.
Pronto concretaron las nupcias y el pregonero no tardó en invitar a todo el populacho al festín de bodas, con grandes alardes de grandeza.
Enterado el criado, no tardó en acercarse al pregonero y preguntarle con quien era el afortunado que la sutil y bella princesa, honrada por todos, iba a casarse.
No podía creerse que fuera el déspota y agresivo príncipe de Nedetek, y aquella noche comenzó una nueva tonada, tan triste como melancólica, que tenia preocupados
a todos los miembros de su familia.

Pasaron los dias y el dia de la boda se acercaba, y la tonada del criado se hacia tan lastimera, que la princesa un dia se decidió ha conocerlo.
" como es mi criado que canta esta tonada tan lastimera? donde ha quedado las bellas canciones que cantabas antaño? "
y respondiole el criado con gran pesadumbrez:

" Ay mi querida y amada princesa, no sabéis aun con quien os habéis prometido, acaso habéis olvidado las fúnebres guerras que acabaron con gran parte del populacho y con las tierras de su buen amado padre?

Desconcertada la princesa volvió a los aposentos reales y sopeso las duras palabras del mozo.
Aquello la trastornó de tal modo que cada vez que se veía a solas con el príncipe,
auguraba males futuros, pues cierto era que el príncipe no paraba de menospreciarla y a la vez disfrutaba tanto con su padre cuando este le regalaba los presentes reales, que no podía por menos desconfiar de aquella futura boda.
Hablado el tema con sus consejeras, un dia decidió seguir al principe, disfrazada de plebeya hasta palacio, y poniendo oído a todo lo que hablaba el principe con sus fieles seguidores, no tardó en darse cuenta de lo que se proponía.



El muy desagradecido quería casarse con ella para conquistar el reino de Neibemama, arruinando a su padre y teniéndola a ella como criada, respondiendo asi a su prepotencia y ansias de triunfo, para demostrar a su padre que el también podia ser un buen conquistador.
Enterada de tan ruines planes, la princesa se lo comentó a su padre, que de tal bofetada que le dió, quedó claro que no se creia ni una palabra de todo cuanto le dijo, y la amenazó con devolverla a lo alto de la torre si no se casaba con el, pues el rey creia que su hija tenia miedo al matrimonio, nada mas.

Un dia antes de la boda escuchó que el criado volvia a cantar tan triste melodia, y acercandosele a el le comentó lo que sabia.

El criado con gran pena no sabia que decir, y tras unos minutos pensando le dijo a la princesa que tenia un plan.
Este consistia en casarse con el como si no pasará nada, y en el momento del beso real y antes de que el principe urdiera tan malvados planes intentaria ella envenenarlo.
" Como? " dijo ella.
" Conozco una planta que una vez machacada y untada con miel se convierte en un poderosisimo
veneno, y este brebaje se lo tendreis que administrar de boca a boca, el resultado será que el tragará la saliva vuestra con sabor a miel, y vos automaticamente se tendrá que enjuagar la boca con vino, y escupir rapidamente los restos de veneno"

La princesa sabia que su padre la iba a matar, o por lo menos la encerraria de por vida en lo alto de la torre, y no estaba dispuesta a pasar por algo asi nunca mas.
El humilde criado le dijo que el estaba dispuesto a partir con ella donde hiciera falta, con tal de que a ella no le pasara nada, y que estaria tan contento de poder estar con ella protegiendola que solo de pensarlo se puso a cantar la bella cancion.
La princesa no se lo pensó dos veces, sabedora que la fuga y el bienestar del reino estaban aseguradas, y la felicidad de ella por sentir aquella tonada tan cerca la colmaba de esperanzas.

El dia de la boda llegó.
Se untó los labios y lo besó.
Luego le escupió en la cara.
Y la sorpresa fue tal que nadie impidió a la princesa correr hacia los jardines reales, montar en un caballo y escaparse con el cantor.
El principe humillado volvió a palacio con la corte real, disgustados pero nada mas.
Al cabo de las horas murió en su lecho y nadie pudo nunca asegurar que fué envenenado.
No pasó nada con los reinos, que nada sabian de tan urdido desenlace.
Y los reyes de ambos palacios quedaron igual de extrañados.
Nunca mas volvieron a saber de los dos complices, aunque a veces por las noches se oia cantar allá a lo lejos una bella y conocida tonada, esta vez a duo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jo... qué bonito cuento, qué imaginación niño...ahora voy a intentar sacar la moraleja del cuento, complicado lo tengo, voy a leerlo otra vez, tengo la cabeza espesita de hacer tantos números :).
El principe malo malíiiisimo, me ha parecido además un poco machistón jajaja.
Precioso J, he disfrutado leyendo, gracias.
Un beso enorme

jocavi dijo...

Bastante complicado lo tienes, Calma, pues la moraleja creo que la he obviado, me he liado de tal manera que ni yo mismo sabia como parar....
Estoy practicando para cuando tenga a la pequeña, pero creo que he de recortar bastante texto, me embalo y me voy por los cerros de Ubeda.
Gracias por aguantar tan denso texto.
Besicos

Anónimo dijo...

Pues tienes razón... yo tampoco la encuentro jajaja, pero da igual, es precioso.
Besets bon dia

(A la tarde leo el nuevo)

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el cuento, si no me amas bien... que te den!!
besos, nineta