domingo, 4 de julio de 2010

LA PIEDRECILLA DE PAU

El niño se llamaba Pau, y era tan pobre que sus padres lo tuvieron que dejar con los abuelos mientras ellos iban a la capital a buscar trabajo.

Los abuelos le querían mucho, pero Pau se aburría con ellos y se pasaba todo el dia en lo alto de la montaña, jugando a cualquier cosa.


Un dia se encontró una piedra muy pequeña, y quedó fascinado con ella, era tan pequeña y de unos colores tan bonitos que desde entonces no se separaba de ella.

Cada dia la llevaba en el bolsillo y cuando llegaba a la cima de la montaña se ponía a jugar de mil formas con ella.

Un dia la piedrecilla se le escurrió de las manos y cayó montaña abajo.

Desesperado, Pau empezó a bajar la montaña, y como no sabia por donde había ido le preguntó al primer animal que vio:
-Buenos dias Paloma, me podrías decir si has visto una bolita caer montaña abajo?
Y la Paloma le contestó:
-Si que la he visto, pero yo ahora mismo tengo un problema muy grande y no puedo acompañarte a buscarla, una de mis hijitas se ha caído del nido y tengo
que quedarme aquí para darle de comer hasta que pueda volar.
-Si quieres yo la cojo y la pongo otra vez en el nido- le dijo Pau
-De acuerdo, asi yo podré acompañarte a buscarla.
Y Pau así lo hizo, cogió a la pequeña cría de Paloma y se subió al árbol y la deposit
ó con infinito cuidado en el nido.
Entonces la paloma agradecida alzó el vuelo y cuando volvió con Pau le dijo:
- He visto un poco mas abajo, al lado del gran arbol a la Ardilla con ella, ve allí que ella la tiene.

Pau se despidió de ella y bajó corriendo, y cuando llegó a la altura del gran árbol le preguntó a la Ardilla:
-Ardilla, tienes tu mi piedrecilla?
- La tuve hace un rato, pensando que era comida, pues estoy muerta de hambre y por aquí no encuentro comida, asi que me deshice de ella.
-Y donde esta?

-Si me ayudas a encontrar comida al otro lado de la montaña te lo diré.
Y Pau se fue corriendo a buscar algunos frutos secos al otro lado de la montaña.

Cuando volvió, le dio la comida y esperó contestación.
-La dejé caer hasta el río y creo que el Lagarto la tiene.

Asi que Pau rápidamente fue en busca del Lagarto.

Tras mucho buscar, al final, después de horas, lo vio.
-Dime Lagarto, tienes tu mi piedrecilla?
-Dejame en paz pequeño humano, que me quitas el sol que me calienta.
-Por favor Lagarto si me dices donde tienes mi bolita, te cortaré las ramas de los arboles que te hacen sombra.
Firmado el acuerdo, y tras mucho trabajar, Pau supo que la piedra se la había llevado la Rana hasta el rio.


-Cuando encontró a la rana, ya al dia siguiente, junto al río le dijo.
-Por favor Rana me das la piedrecilla que he perdido?
-Me la comí pensando que era una Mosca, y al tragarmela rápido la escupí...
-Pero donde esta? - le dijo Pau.
-Tu piedrecilla me hizo mucho daño al tragarmela, asi que no te lo diré a menos que me hagas un favor.
La Rana le pidió que la subiera hasta lo alto de un árbol, donde sabia que vivían los mosquitos, y tras haberlo hecho le dijo.
-Se la llevó un Salmón, hasta arriba del rio.

Cuando llegó allí y tras encontrar al Salmón, ya al dia siguiente, pues el camino era largo, este le dijo;
-Tu piedra me gustaba mucho pero la dejé caer al fondo del rio y creo
que la corriente se la llevó.
-Pero dime Salmón, donde puede estar?
-Supongo que se la habrá llevado.......no te lo digo, tu que me darás a cambio?
-Lo que pidas, por favor, dímelo.
-Quiero que protejas a mis crías mientras yo voy a buscar comida, y cuando vuelva te lo digo.
Asi lo hizo Pau., y tras muchos dias esperando al Salmón, al final este le dijo:

-Como has cumplido tu palabra te diré que la Serpiente de Agua, siempre tan coqueta se la habrá llevado hasta la orilla de la playa, allí a ella le gusta coleccionar tesoros....

Pau se fue corriendo hasta la orilla de la playa y cuando descubrió el escondite de la Serpiente de Agua le dijo.
-Dime mi querida Serpiente, donde has puesto mi bolita?
-Me gustaba tanto que al final de tanto coquetear con ella alguien me la quito.
-quien?
-No te lo diré gratis,
-Pues pide por esa boquita.
-quiero que me traigas un gran coco que siempre veo en lo alto de la palmera, y entonces te diré donde está.
El pobre Pau volvió a subirse a un árbol y tras coger el coco y darse lo le preguntó:
-Y ahora dime, donde está la piedrecilla que tanto trabajo me está dando enc
ontrar?
-El Cangrejo Rojo me la quitó, y lo podrás encontrar al otro lado de la playa.

Hasta allí fue Pau, y tras verlo detrás de una roca le dijo;
-Cangrejo, si me das mi bolita haré lo que me pidas.
Pau empezaba a entender que todo tenia un precio en esta vida......
-De acuerdo. Como sabes yo solo puedo andar hacia atrás, asi que mi máxima ilusión es poder ver hacia donde voy, asi que si me llevas hasta lo alto de mi refugio te diré donde esta la bolita, asi yo podré saber por donde voy cada dia sin necesidad de irme girando cada rato.
Asi lo hizo Pau, y cuando el Cangrejo se dio por satisfecho le dijo.
-Tu piedrecilla la tiene la Almeja, cuando me canse de ella la deje caer al fondo del mar y ella se la tragó.


Pau buceo y buceó, y cuando divisó a la Almeja la cogió y la subió a la superficie del mar:
-Dime mi amiga Almeja, tienes tu mi piedrecilla?
-Ay, por fin, quitamela de dentro y te la daré, me la trague por casualidad y ahora la tengo dentro y me hace mucho daño, quitamela rapido, no la quiero para nada, y si lo haces haré lo que me pidas.

-No te preocupes, yo no quiero nada a cambio, solo quiero recuperar lo que es mio, pues me gusta mucho esa piedrecita, asi que si abres bien la boca la sacaré y no tendrás que darme nada, ya me doy por pagado recuperandola.

Cuando Pau recuperó su bolita, ésta aun era mas preciosa que cuando el la recordaba, pues la piedrecita de Pau se habia convertido en el interior de la Almeja, en una preciosa Perla.
Cuando regreso a casa de los abuelos, estos quedaron maravillados, y rapidamente llamaron a los padres pqra que volvieran al pueblo, pues su hijo y su nieto les habia convertido en hombres ricos.
Pau gracias a su esfuerzo, fue recompensado con una Perla de incalculabre valor, y asi sus padres nunca mas tuvieron que dejarle solo y tener que divertirse solo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que cuento tan hermoso!
todos tendriamos que hacer cadenas de favores.
Un beso, Nineta.

Anónimo dijo...

Mago, qué bonito, el final, lo de la almeja me ha dado un respingo al corazón, y es que estoy un poco blanda, pero es que es bellísimo, Maia va a tener un padre que es una perla rara, un gran tipo.
Sabes, mi hija cumple el jueves 15, le estoy haciendo un recopilatorio de fotos desde que nació, escaneando todo, estoy muerta, suerte que cogí vacación el día 1 para poder hacerlo, ya te contaré, probablemente, si me da la vena sentimental (que me dará, aunque luego me arrepienta), pondré alguna fotito en un par de días, mira que si nace la niña el día 15¡ que ilu.
Besets

Anónimo dijo...

Todo va bien wapo, ya colgué las fotitos, ya verás con Maia, no pararás de hacerle fotos y luego cuando llegan los 18 y quieras hacer una selección te volverás tan loco como yo... ufffff que estres llevo encima, mon dieu.
Besets cor

TORO SALVAJE dijo...

Es un cuento precioso.
De esos que se escuchan con la boca abierta.
Buenísimo.
Te felicito.

Saludos.

clariana dijo...

¡Hola Jocavi!
Me encantan los cuentos encadenados y cuando les explicaba a mis alumnos eran de los que te servían para no perder el hilo, estaban muy intrigados.
Veo que este cuento es de tu invención, me ha encantado, pro la serie de personajes que van desfilando y por lo que se desprende del cuento, que nadie da nada por nada, incluso al final la almejita se queda extrañada de que el niño no quiera nada a cambio. Me imagino de aquí un tiempo a un padre feliz explicando cuentos a su hija. Un petó.